jueves, 8 de junio de 2017

IMÁGENES: BODA JAPONESA (III)

Imagen tomada en Kamakura, al sur de Tokio, en el templo shintoista de Tsurugaoka Hachimangu. Kamakura es una de mis ciudades preferidas en Japón. Histórica y monumentalmente no anda muy lejos de Kioto. Sin embargo, tiene el encanto de ser más pequeña, la mayor parte de las visitas se pueden hacer a pie y en cualquier rincón o colina existen rastros de su glorioso pasado, jardines, escalinatas, estanques, silencio... Tsurugaoka Hachimangu, sin embargo, es uno de los templos más grandes y, por lo tanto, muy visitado. 

No es raro encontrarse con "bautizos" y bodas, como es el caso. En la imagen original aparecen los padres de los novios. Al recortar la fotografía se aprecia la seriedad del instante, el recato de la novia, una cierta desazón por parte del novio, supongo que ante los numerosos fotógrafos familiares. Ambos llevan la indumentaria clásica de las nupcias, especialmente elaborada en la novia, como las grullas bordadas, simbolo de felicidad y amor eterno. Los ritos japoneses de las ceremonias son extraordinariamente complejos y en los mismos, la vestimenta es esencial. Cada detalle tiene su significado y cada gesto va cargado de símbolos (la liturgia católica asume, comparada con el ritual nipón para las ceremonias, una flexibilidad desmedida). 

La religión shintoista se practica en bodas, mientras el budismo es más bien de entierros. No empece que un japonés sea shintoista en la boda y budista en el sepelio. Por ello se dice que hay 80 millones de budistas y otros tantos shintoistas, bien que la población sea sólo de 130 millones. Cuando reveo fotos antiguas siempre me pregunto que habrá sido de los retratados, incluso me imagino que en la aldea global un día la novia se vea por casualidad en esta página y se quede maravillada de su modestia y pudor. 

Aunque había visitado la ciudad en numerosas ocasiones, apenas 45 minutos en tren de cercanías desde donde vivía en Tokio, mi templo preferido es otro, Kitakamakura. En esta ocasión, el hecho de poder asistir a la ceremonia casi por completo, música incluida, hizo que la visita fuera de lo más entretenida. 

[Nikon FE, Ektachrome, 20 junio 2005]

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